BOCHORNOSO, PREPOTENTE E INDIGNANTE, ACCIÓN COMETIDA POR EL PROCURADOR DE MPC, HENRY SILVA, DEBE SER SANCIONADO SEVERAMENTE
Escribe Consuelo Lescano
Oiga usted, don Joaquín, ¿qué clase de funcionarios tiene usted en la Municipalidad?, que desprestigian a trabajadores honestos, que sí los hay, pero, por no pertenecer a su línea los anda removiendo del cargo, según su regalado gusto. A usted, alcalde de Cajamarca y a su bisoño procurador, les alcanzo una síntesis, de cómo se construyó este santuario: (testimonios grabados de padre Mundaca y publicado en medios de comunicación)
1. El terreno, fue donado (1952) por el caballeroso alcalde Fortunato Cacho Cépeda, en la falda boscosa y dura de la colina Santa Apolonia, a gestión de la Acción Católica Femenina, dirigida por padre Mundaca, artífice principal de la idea.
2. Los planos fueron diseñados, gratuitamente por el Ing. Luis Arrunátegui.
3. La explanada fue preparada por el experto Señor Alejandro Rodríguez Pajares, quién empleó dinamita, para romper la roca volcánica.
4. El desmonte fue removido por estudiantes sanramoninos.
5. La linderación del terreno fue hecha con estacas de madera, colaborando alumnos sanramoninos y teresianas.
6. «Un hombre providencialmente elegido por Dios para la construcción fue el humilde albañil MARCOS HUACCHA LÓPEZ, él se desempeñó como guardián, albañil, peón, constructor, maestro de obra y técnico que interpretó los planos, por un modesto jornal, sin agregar más por sus servicios de guardianía, y mediante un convenio solo de palabra», «sin firmar ningún documento porque se trataba de la obra de Dios y entre personas honradas».
Para GUARDIANÍA, don Marcos confecciona una caseta de madera para su habitación, tiempo después esta caseta fue sustituida por una pequeña casa en las inmediaciones del santuario, para él y su familia que vigilaban el Santuario; la prole fue aumentando y con el correr del tiempo se hizo otra casita junto a la primera (…).
Allí murió Marco Huaccha, y sus restos mortales fueron velados en el Santuario. Don Marcos, trabajó primero abriendo zanjas para las zaparas de las primeras columnas, a veces solo, otras, en compañía de los peones que se conseguía y de estudiantes sanramoninos. Él levantó columas, paredes de ladrillo, hizo el piso, el techo con malla de fierro. Él levantó la torre hasta coronarla con la Cruz, hizo todos los enlucidos, pintó las paredes y entregó la obra». También construyó la gran Cruz que sustituyó a la que estaba en la cumbre de la colina.
7. El traslado de 15 mil ladrillos hasta el Santuario. ¡Allí está mi huella¡, también de otras teresianas y de sanramoninos, niños y damas bondadosas para subir en brazos y de a poquitos los cerca de 15 mil ladrillos desde el atrio de la Catedral, hasta la explanada, todos los sábados y domingos. Felices y contentos porque sabíamos que era nuestro granito de arena para tan hermoso santuario.
8. Financiamiento de la obra. Costó total: 15 mil soles. Cuyos dineros salían de: la alcancía milagrosa, colocada en la Catedral a un costadito del altar de la Virgen de Fátima y, que se abría los días sábado para pagar gastos de la semana. «Solo un sábado se encontró ¡3 mil soles!, repetía muy contento el padre Mundaca. Con ese dinerito pagaron una cuenta mayor. También se obtenía dinero de los donativos, de las rifas, no muchas, de objetos diversos y, de 2 toretes regalados por los señores Abraham Noriega y Manuel Paredes, y de la Colecta voluntaria; había que ver a sanramoninos y teresianas recorriendo las apacibles calles de nuestra ciudad, haciendo un ruido muy gracioso con sus alcancías de lata para pedir » una monedita para el Santuario».
9. Las losetas para el piso, fueron compradas por alumnas internas de «Santa Teresita», y que las subieron hasta el Santuario, la Mesa del altar fue confeccionada por los Hnos. Jara a un precio módico. El Coro, fue remodelado por la generosidad del señor Lizardo Collantes», el Cáliz y Misal, obsequiado por las señoritas Cacho, el arbolito, fue regalado por Sr. Álvarez, las hermosas hojas del arbolito, confeccionadas por las artísticas manos de las Hermanas Calderón. Cuya linda casita está en la parte alta del Barrio San Pedro. Las arañas de cristal para iluminar la capillita las obsequió un cajamarquino residente en Lima, que pidió omitir su nombre. Y la imagen de la Virgen de Fátima fue comprada en Lima, por una comisión que viajó para este fin.
¿De dónde, entonces, don Joaquín y su inexperto procurador, lanzan la torpe monserga que el Santuario pertenece a la Municipalidad? Y con actitudes lumpenescas, prepotentes y abusivas el procurador y sus alguaciles irrumpen a las 4 de la mañana en casa la humilde mujer Fátima Huaccha, persona de tercera edad y, al estilo terroristas de etapa fujimontesinista, agreden al capellán del Santuario y Canciller de la Diócesis de Cajamarca, padre Juan Salazar, por impedir el brutal e injusto desalojo. (Acto registrado en video viralizado) Han ofendido, además, al pueblo católico de Cajamarca, al clero, a los derechos de personas de tercera edad; razones suficientes para pedir la sanción ejemplar a tan violento y vandálico proceder.
Solicitamos que usted, don Joaquín dar por concluida las funciones del citado procurador y, presentar los desagravios al clero y a todo el pueblo católico de Cajamarca.