OPINIÓN: SEMANA SANTA, SEMANA TRANCA, CAJAMARCA SANTA
Por. Mg. José Luis Gonzales
Un tema que se ha puesto en debate es que, si se debe o no hacer los conciertos que la Municipalidad viene promocionando para los días de Semana Santa, algunos están a favor y otros en contra.
Bajo el titulo Cajamarca Santa, que en realidad es la típica semana tranca, anuncian cinco noches de conciertos y full juerga en una fecha que recordamos; no el cumpleaños, no el bautizo, no el triunfo de Jesucristo, que para la iglesia católica y muchas cristianas es el personaje de la salvación, sino recordamos su muerte.
Es lo mismo que recordar la fecha de la muerte de nuestros seres queridos, bueno hasta ahora no he hecho fiesta, ni bebido cada 9 de setiembre, fecha en que murió mi padre, ni lo haría.
Dios nos ha dado libertad y en el Perú tenemos libertad de credo, somos un país laico, y ello nos conlleva a elegir a donde vamos. Recordemos que, así como existían pueblos que alababan a Dios permanentemente, también existía Sodoma y Gomorra. Y acá no me quiero dar de cucufato, porque también bebo y peco. Pero estamos poniendo en contexto el tema.
Otro detalle importante es que en el Perú se estima que existen aproximadamente un millón y medio de personas consideradas alcohólicas y que en su mayoría son varones. No obstante, en el grupo de los adolescentes que se inician en esta práctica, las mujeres ocupan el mayor índice. Asimismo, durante la pandemia de la COVID-19, un 15% de peruanos reconoció que bebió alcohol de forma diaria o interdiaria en la cuarentena, reveló un reciente estudio del Centro de Información y Educación para la Prevención del Abuso de Drogas (Cedro).
En el año 2005, el Ministerio de Salud informaba que el alcoholismo es uno de los principales problemas psiquiátricos ya que afecta a un 15% de la población en Ayacucho, seguido de Iquitos (con 9.8%), Pucallpa (8.2%), Cajamarca (8%), Huaraz (6.7%), Tarapoto (6.4%) y Lima (5.3%). Imagínense las cifras al 2022, estas se han incrementado de tal forma que ahora se incluyen, como ya lo han escuchado a los adolescentes.
El padre Juan Carlos del Obispado de Cajamarca ha sido duro y critico en relación a estas actividades organizadas por la Municipalidad Provincial de Cajamarca y lo apoyo plenamente, pero también creo que debemos reconocer que en aras de esa libertad quien quiere perderse, alcoholizarse, drogarse, etc, etc. Lo puede hacer sabiendo que daña a toda una familia, pero es su vida. Y debe asumir los riesgos.
En ese sentido me pregunto ¿cuál es el rol de las autoridades? ¿Incrementar el problema?, ¿sumar a controlarlo? ¿Respetar las costumbres y tradiciones de los pueblos? El alcalde provincial Joaquín Ramírez ha dicho que sus conciertos son para reactivar la economía, claro, reactivarla a costa de la muerte del principal personaje de la cristiandad, reactivarla para quienes como en Sodoma y Gomorra preferían este tipo de actividades.
Ahora es bien cierto que la famosa Semana Tranca, no es de ahora, viene ya desde un poco más de 20 años con mayor desparpajo a la vista de las autoridades eclesiásticas y políticas, las eclesiásticas y en este caso la Cristina, creo yo se cerró mucho y no avanzó acorde a los cambios sociales y tan complicados del ser humano, lo está retomando, pero ya hay una generación que mira a otro lado, y las autoridades políticas, porque si hablamos de salud mental que es una política nacional, pues no está sumando para regular y mejorar problemas como el consumo excesivo del alcohol, solo para citar un ejemplo, porque si hablamos de drogas, la cosa está bien complicada en Cajamarca.
Mi derecho culmina cuando comienza el del otro y mientras no tengamos una educación que nos permita tolerar, respetar, convivir en sociedad y sobre todo respetarse a uno mismo, vamos a continuar en estos debates, discusiones, dilemas, que nos dividen más y que lamentablemente nuestras autoridades no ven más allá al centrase en acciones de forma y no de fondo.
